Se le denomina desintegración familiar, a la ausencia parcial, temporal o total de uno de los progenitores El concepto de hogar desunido o desintegración familiar, se aplica a un número grande de situaciones heterogéneas que provocan repercusiones psicológicas principalmente en los hijos.
Desde el punto de vista psicológico se define como:
"La distorsión o mal funcionamiento de los roles asignados, creando una situación inadecuada, una atmósfera de insatisfacción, angustia, depresion, malestar en general y por tanto, poca o mala comunicacion entre sus miembros".
La desintegración familiar es un problema en la medida en que una estructura existente se hace disfuncional, no puede desempeñar eficazmente su finalidad específica, creando consecuentemente un desequilibrio en sus interrelaciones con las demás estructuras sociales.
Principales causas de la desintegración familiaEn cualquier matrimonio, incluso en aquellos que parecen más serenos y equilibrados, hay momentos difíciles en su convivencia, pequeñas crisis que son normales porque el hombre es un ser que crece y madura constantemente y, con frecuencia, el propio crecimiento individual tiende a provocar unos mecanismos de ajuste a veces realizados sin dejar traumas. Pero tales crisis son normales y pueden transformarse en positivas.
La familia queda más unida si sabe establecer los mecanismos de ajuste. Pero si bien es cierto la mayoría de las crisis pueden ser superadas, hay algunas que casi fatalmente terminan en ruptura definitiva sin que nadie sea capaz de impedirlo, crisis que debido a causas muy fuertes ninguno de los dos son capaces de controlar.
1. El alcoholismo
Mal social, es producto de cantidad de elementos que se proyectan sintomáticamente a través de ingerir licor. Contribuye al abandono del hogar, el mal empleo de recursos económicos y conduce a la delicuencia, miseria, accidentes, desempleo, vagancia, prostitución, mendicidad.
2. Prostitución
Es definida como: "El comercio sexual que una mujer hace, por lucro de su propio cuerpo" este comercio corporal es llevado a cabo por necesidades de gran variedad.
3. Económicas
Cuando la función del padre, se altera ocurriendo cambios que dan como resultado el desamparo, abandono; ocurren períodos críticos durante los cuales la mujer se ve en la apremiante necesidad de brindar ayuda a su familia teniendo que trabajar fuera del hogar.
4. Culturales
Por la escasa instrucción que poseen los padres en algunos hogares, dependiendo de su nivel dentro de la sociedad; puede darse origen a la desintegración familiar ya que la capacidad de resolver los problemas se verá limitada por la ignorancia.
5. Familiares
La desorganización familiar es consecuencia de la falta de condiciones de la pareja para adaptarse a la vida en común.
Esta desorganización familiar puede enmarcarse dentro de la ruptura de la unidad familiar; el divorcio, la drogadiccion, separaciones prolongadas, infidelidad, son algunos ejemplos de cómo es quebrantada la estructura familiar, y por lo tanto se dejan de cumplir los deberes y obligaciones que a cada uno compete.
6. Abuso a menores
El abuso de menores puede ser físico (castigos corporales), emocional, verbal o sexual. Todo ello atenta contra el derecho que tienen los menores al cuidado, asistencia y amor por parte de los padres.
Un menor que está sujeto a estos abusos y maltratos, presenta las siguientes manifestaciones:
Presenta heridas, fracturas y moretones ocasionales por los castigos de los padres. Su apariencia refleja abandono y falta de cuidado, incluso desnutrición. Vive temeroso, aislado y deprimido. Manifiesta una conducta agresiva para llamar la atención. Relata cuentos y grafica escenas de abuso. Tiene preturbaciones en su sueño; pesadillas y terror nocturno.
7. Maltrato a la mujer, madre o esposa
El maltrato a la mujer, física y psicológicamente se da en los hogares donde la organización familiar se caracteriza por el autoritarismo, donde la mujer es la que sufre los actos de violencia. Esto se acentúa cuando el cónyuge consume droga o alcohol.
La mujer que ha sido maltratada, manifiesta miedo por sí misma y por los hijos. La verguenza, baja estima y el desconocimiento de sus derechos la inhibe para buscar ayuda, teniendo que soportar todos los actos de violencia que sobre ella se practican.
Para superar estas situaciones se requiere de una práctica de una convivencia familiar donde se realice la democracia y la comprensión.
Otros aspectos que influyen en la desintegración familiar
Actualmente la familia se ha desintegrado debido al cambio estructural de la sociedad. El proceso industrial ha lanzado a cada uno de sus miembros fuera de su seno, en busca de mejores ingresos económicos para poder satisfacer las necesidades que el mismo progreso exige.
En algunas estructuras familiares se observan aspectos tales como:
1. Pérdida de objetivos comunes
Los objetivos se han vuelto personales, la cual pudiera brindar satisfacción a algunos, no a todos sus miembros.
2. Distanciamiento físico y psíquico
Es común que ambos padres tengan actividades fuera del hogar con objeto de satisfacer las necesidades económicas del hogar. Como consecuencia los niños buscan figuras ajenas a quien brindar sus afectos, provocando con esto la inestabilidad familiar.
3. Falta de comunicación
Esta condiciona trastornos en la dinamica familiar, ante todo bloquea la relación afectiva interactuante del grupo. El adolescente se encuentra frustrado en la familia donde no le es posible comentar sus experiencias, generalmente nuevas dentro de sus vivencias y como consecuencia no recibe ninguna orientación; ni apropiada ni inoportuna.
Puede sin embargo existir comunicación, pero no la ideal, sino la que se realiza en un medio agresivo en que los padres se relacionan con sus hijos para reprenderlos, para agredirlos o criticarlos; causándoles de esa forma, sentimientos de inferioridad.
En una gran mayoría de casos, los padres se ven obligados a salir del hogar casi durante todas las horas hábiles, al retornar cansados, poca o ninguna oportunidad tienen de establecer comunicación adecuada con sus hijos.
4. Inmadurez
Se deja ver la inmadurez en diferentes grados de sus miembros, que se reflejan en su nivel escolar, laboral y social. Los individuos que se crean en estas familias serán improductivos socialmente hablando.
El mensaje de las relaciones fundamentales de la familia, será transmitido a los hijos, quienes percibirán sentimientos de acogimiento o rechaza hacia ellos. El adecuado clima afectivo y una comunicación unificadora y auténtica lo harán receptor de estímulos adecuados y crecerá desarrollando confianza y otras actitudes favorables a su desarrollo.
Tipos de desintegración familiar
Un hogar integrado es el que está compuesto por el padre, la madre e hijos en el cual existe un nivel satisfactorio de comunicación y afecto. Los padres ejercen sobre el niño una influencia afectiva basada en el aprendizaje del amor. La unión del padre y la madre da al niño una base sólida para la formación de su personalidad. La unión familiar da seguridad a sus miembros y es determinante para la adaptación posterior dentro de la sociedad.
El ambiente en que vive el individuo no es sólo un mundo físico, incluye la estrecha relación entre sus miembros. El impulso maternal, la situación afectiva entre los padres y el tiempo que se les brinde a los hijos influirá en la calidad y buenas relaciones que se pueda tener dentro de la familia. Se considera que los mejores padres son los que mantienen su espontaneidad intuitiva, se dan cuenta de las necesidades de sus hijos y buscan la solución adecuada.
En un hogar física y emocionalmente integrado, se respira un clima de comprensión, amor, afecto, armonía, cuando las relaciones entre sus miembros son intensas, permanentes y animadas. Pero cuando existen diferencias entre la familia, se llega a la desintegración familiar. Los padres a menudo se muestran indiferentes ante los actos del niño, por lo que éste se ve privado de cariño y se le impide establecer identificaciones saludables con las demás personas. El niño no establece con claridad sus objetivos y más fácilmente en el futuro desarrollarán rasgos antisociales. En algunos casos estos niños son tratados violentamente, insultados y son objeto de actos brutales.
En cualquier matrimonio, incluso en aquellos que parecen más serenos y equilibrados, hay momentos difíciles en su convivencia, Pequeñas crisis que son normales porque el hombre es un ser que crece y madura constantemente y, con frecuencia, el propio crecimiento individual tiende a provocar unos mecanismos de ajuste a veces realizados sin dejar traumas. Pero tales crisis son normales y pueden transformarse en positivas.
La familia queda más unida si sabe establecer los mecanismos de ajuste. Pero si bien es cierto la mayoría de las crisis pueden ser superadas, hay algunas que casi fatalmente terminan en ruptura definitiva sin que nadie sea capaz de impedirlo, crisis que debido a causas muy fuertes ninguno de los dos son capaces de controlar, estas causas pueden ser:
1. Hogares de madres solteras
Este es el caso de madres que han sido abandonadas por su compañero de hogar, quien niega la paternidad del niño. Esta situación es más común en jóvenes provenientes también de hogares desintegrados. Se han visto casos en que el niño al nacer es abandonado por la madre en alguna institución.
2. Hogares de padres divorciados
El divorcio entre los padres, es para el niño la demostración de un suceso irremediable, el niño puede sentir que es por él que se separan y a la vez se encuentra confuso en cuanto a que posición tomar, reaccionando en algunos casos en una forma agresiva, con reacciones de abandono y hostilidad.
Los trastornos que ocasiona el divorcio en el niño son diferentes de acuerdo a la edad y al estado en que se encuentra cuando éste se produce. El niño mayor reacciona con más comprensión aunque sus actitudes agresivas son más fuertes.
El divorcio funciona como una crisis emocional para el niño en el desarrollo. la pérdida de uno y otro de los padres, precipita angustia, dolor o depresión, que a menudo se exterioriza en actos agresivos y conducta destructiva. En algunos casos el niño adopta actitudes pasivas, también presenta frecuentemente sentimientos de culpabilidad si cree ser la causa de la derrota familiar y tiene reacciones auto punitivas. Las reacciones más usuales son de orden depresivo y van acompañadas de angustia, la que se manifiesta por la tendencia al aislamiento, rechazo al alimento y otras veces terrores y pesadillas nocturnas.
3. Hogares inestables
Esta clase de hogares son todos aquellos que por causas como el alcoholismo, prostitución, sus miembros se encuentran en desunión familiar.
La mala relación familiar origina un ambiente artificial en el que la unión llega a ser incompatible y el hogar se deshace progresivamente. El niño percibe perfectamente esta hostilidad que provoca en él un sentimiento de inseguridad. Frente a esta situación, los padres reaccionan con mecanismos de huida; en algunos casos buscan una solución a sus problemas fuera de su hogar y se dedican a aventuras sexuales extraconyugales.
En ocasiones se observa también que el hombre recurre a encerrarse en su trabajo no por placer, sino para evitar las relaciones. Así también puede darse que la mujer, al huir se refugia en el trabajo o en obras de beneficencia y en algunos casos recurre a la religión exagerada, y esto le permite con tranquilidad desentenderse de las dificultades conyugales.
En todas estas situaciones, siempre el perjudicado es el niño, ya que se encuentra en medio de dos personas que se alejan del hogar, dejándolo abandonado, sin cariño ni apoyo.
Los problemas graves de las relaciones familiares, influyen en la formación del carácter del niño. Las riñas entre sus padres, sus gritos, sus groserías, y su intercambio de golpes, no son el modelo ideal para su identificación. Cuando el niño presencia estas disputas, experimenta desprecio y odio hacia uno de los padres o hacia ambos. Este sentimiento hostil corre después el riesgo de transferirse al plano social en todo lo que representaba la sociedad familiar.
El niño es a la vez el medio y la víctima de la compensación buscada. Los padres recurren al niño para resolver sus problemas, bien bajo la forma de actividad patológica, que le impide toda evolución hacia su autonomía, bien bajo la forma de rechazo total. También bajo la de preferencias injustas que encizañan la relación fraterna, con distinciones entre mi hijo y tu hijo o a la inversa, tanto el uno como el otro llegan por mecanismos proyectivos a crearse coartadas conscientes que les permiten rehuir la responsabilidad del desarrollo familiar.
Los padres de familia con el afán de resolver sus problemas, muchas veces utilizan a los niños de manera que, como son sus padres y creen tener derechos sobre él, lo sitúan en medio de muchas situaciones de pleito y discusión, separándolo de uno de los padres, o muchas veces de ambos, sin importar cuál sea la preferencia del niño, lo cual puede ocasionarle graves trastornos emocionales.
4. Hogares de padres fallecidos
Se incluyen los hogares en los que falta la madre, el padre, o ambos, por fallecimiento. La pérdida de un ser querido debido a la muerte, ya sea del padre o de la madre, siempre va seguido de diferentes reacciones. Se ha podido comprobar que las reacciones emocionales de cada niño frente al fallecimiento, dependen del nivel de su desarrollo, de la relación con el fallecido, circunstancias de la muerte y de la forma cómo reacciona la familia.
En el lactante y el niño, la muerte de una persona de quien dependen produce alteraciones profundas. El niño en muchos casos puede reaccionar por una sensación de abandono y reflejar un sentimiento de desamparo, en otros casos puede reaccionar con llantos, shocks emocionales, comportamiento regresivo, como bulimia, enuresis, encopresis, masturbación etc.